Por Claudia Carrera
En el mundo del bienestar animal, la piel no es solo la capa que protege a las mascotas del exterior: es un órgano vital que refleja su nutrición, hidratación y estado de salud general. Cuando la piel está sana, también lo está el resto del cuerpo.
Así lo explica Fabiola Rocha, médico veterinario y gerente de Comunicación Científica de Royal Canin, quien destaca que —sin importar si el pelaje es largo o corto— los tutores deben mantener una vigilancia constante para detectar señales como resequedad, irritación o erupciones, pues pueden ser síntoma de alergias, enfermedades o parásitos oportunistas.
La importancia de una rutina dermatológica adecuada
Rocha subraya que el cuidado dermatológico debe ser parte de la rutina general del hogar:
“Asistir al médico veterinario, saber qué tipo de cepillado necesita tu mascota, identificar productos adecuados y conocer la frecuencia correcta de baño es esencial para mantener su bienestar”.
La experta también comparte un punto clave: la piel de perros y gatos es muy distinta, por lo que no se deben intercambiar productos ni rutinas.
¿En qué se diferencian?

- Perros: piel más gruesa en lomo y cuello, mayor actividad sebácea, resistencia al clima y ciclos de muda más marcados.
- Gatos: piel más fina y delicada, pH más ácido, grasa natural mejor distribuida por el lamido y mayor probabilidad de alergias o infecciones por hongos.
Consejos para un correcto cuidado dermatológico de mascotas
1. No uses productos de perros en gatos y viceversa
Un champú inadecuado puede causar irritación, alergias o complicaciones dermatológicas que requieran atención urgente. Ante cualquier duda, consulta a tu veterinario antes de comprar un producto nuevo.
2. Cuida el momento del cepillado
El cepillado debe ser un momento relajante. Usa un cepillo acorde al tipo de pelaje y revisa la piel en busca de anomalías. Si hay nudos severos o molestias, lo mejor es acudir con un profesional para evitar dolor o lesiones.
3. Desparasitación interna y externa: clave para una piel sana
Pulgas, garrapatas y ácaros pueden provocar picazón, inflamación, caída del pelo e infecciones secundarias. Mantener un calendario de desparasitación previene estos problemas y contribuye a una piel fuerte y saludable.
4. La alimentación influye más de lo que crees
La piel y el pelaje requieren proteínas, aminoácidos, colágeno y enzimas. Un alimento especializado según edad, raza, peso y condiciones médicas hace una gran diferencia. Tu veterinario puede recomendar la mejor opción.
Un gesto de amor que mejora su calidad de vida
Cuidar la piel de tu mascota es una forma de demostrar cariño, respeto y compromiso. Una rutina adecuada de higiene, visitas regulares al veterinario y una nutrición completa se traduce en mascotas más felices y protegidas.
Cada perro y gato es único. Dedicarles atención personalizada ayuda a identificar cambios, prevenir enfermedades y fortalecer el vínculo con quienes nos acompañan todos los días.
Y tú, ¿cómo cuidas la piel de tu mascota?

